Hacer vivir y dejar morir : configuraciones de lo urbano en la ciudad de Medellin en la primera mitad del siglo XX

Abstract

RESUMEN : El gobierno de la vida supone estimularla en algunos casos, pero obstaculizarla en otros (Ugarte, 2005, p. 49), implica poner en marcha una suerte de ecuación eficaz desde el punto de vista económico y social en donde el potenciamiento biológico de la vida de unos exige la muerte de los otros. Los unos considerados como vidas dignas que deben proliferar y los otros como descartables que pueden y deben ser arrojados a la extinción. Así, las lógicas tendientes a racionalizar los ritmos urbanos en la Medellín de la primera mitad del siglo XX, no solo apuntaban a regular y normalizar el espacio mediante la ejecución de un plan vial y de caminos, diseño de calles y avenidas, edificios y plazas, sino además, a controlar los procesos biológicos de su población; implementando distintos dispositivos del saber científico que van a determinar la manera de administrar la vida; natalidad, mortalidad, longevidad, higienización, en su forma, naturaleza, extensión, duración, intensidad y predominio e igualmente a disciplinar a los individuos convirtiéndolos en productivos y a su vez un producto. Tarea en la cual, el hospital, la familia, la escuela, la fabrica, el taller, la plaza de comercio, el barrio obrero, el sanatorio, el club social, etc. se proyectarían como los espacios por excelencia de dicho proceso. De esta forma, todas las manifestaciones de la vida se comienzan a disciplinar y regular según lo entiende y puede el biopoder, instalándose una especie de gubernamentalidad en la ciudad, en donde saber y poder se conjugan a la hora de planificar, ordenar, gobernar y configurar lo urbano en Medellín durante la primera mitad del siglo XX.