Humberto Chaves: maestro de maestros

Abstract

RESUMEN: El objetivo central de esta ponencia es llamar la atención sobre la ausencia de trabajos que profundicen en el proceso de formación de los estudios académicos de pintura en la ciudad de Medellín, proceso que, si bien se inició con Francisco Antonio Cano quien enseñaba pintura en su taller, necesariamente tuvo otros protagonistas de los que nada se ha dicho, ya que se habla de miembros de la élite como grandes protagonistas de este proceso, pero no se ha valorado a los artistas que efectivamente crearon, modelaron y sostuvieron de forma continua el esfuerzo por institucionalizar la enseñanza académica de las artes plásticas en el Instituto de Bellas Artes de Medellín, creado por la Sociedad de Mejoras Públicas en noviembre de 1910. Tras el vacío que dejó Cano al instalarse definitivamente en Bogotá desde abril de 1912, otros artistas recogieron la tarea docente cuando todavía se consideraban sus discípulos: Gabriel Montoya (1873 – 1925), quien ya aparecía en la esfera de Cano desde el principio del siglo XX, y Humberto Chaves Cuervo (1891 – 1971) a quien Cano reconocía como su mejor discípulo. Sobre estos dos nombres recae esta investigación, anticipando que de Montoya existe ya un trabajo comprensivo (Gil 2017)1, pero de Humberto Chaves no se ha realizado una investigación profunda, y por lo tanto la información que acá presentamos avanza en este propósito de valorar el aporte de este artista a la historia del arte local. La revisión cuidadosa de las Actas de la Sociedad de Mejoras Públicas, el periódico y luego revista Progreso, y los Informes de los Presidentes de la SMP han permitido rastrear los pormenores de la creación y consolidación de la Escuela de Pintura y Escultura –EPE-, dependencia del Instituto de Bellas Artes -IBA- donde se formaban los artistas plásticos de la ciudad, proceso que se dio entre 1910 y 1929.