Procesos rururbanos, gentrificación y transformaciones en las zonas cercanas a la construcción y operación de la mega obra de infraestructura Autopista Mar 1. El caso vereda El Pomar, San Jerónimo Antioquia

Abstract

RESUMEN: El mundo actual ha procurado una integración global donde se den presencia elementos similares en los diferentes países; una homogenización de la población global es una premisa que no se detiene y se hace camino bajo modelos sociales, productivos y de mercado que aseguran ese trabajo de formas sutiles y casi imperceptibles, para que se asienten valores que permitan conquistas de formas efectivas y casi silenciosas. La conquista y reconfiguración de los espacios rurales se abren paso en esta empresa en donde los territorios y comunidades sufren transformaciones bajo influencias interpuestas por procesos abanderados del desarrollo económico dentro de los espacios nacionales, hoy la rururbanidad es una manifestación de una conquista de la ciudad sobre aquellos lugares rurales. Pero la ciudad actual tuvo su proceso de maduración desde su nacimiento en la modernidad bajo procesos de industrialización que construyeron un espacio dinámico y que imprimía una velocidad diferente y un auge económico que interesó a muchos. La ciudad de Medellín a fines del siglo XIX e inicios del XX procura dar ese salto a la modernidad y bajo la consolidación de una conectividad al mundo que se desarrolló durante todo el siglo pasado, dio ese paso que la configuró como una ciudad moderna e industrial. Sin embargo, el mundo de fines del siglo cada vez más interconectado y ávido de llegar a nuevos mercados, llevó a la ciudad a abrirse espacio y así se consolidaron proyectos viales que permitieron una mayor incidencia en nuevos territorios. De esta forma Medellín se convierte en una ciudad con capacidad de recibir valores globales y replicarlos en territorios cercanos, de forma tal, que consolida procesos territoriales que se amparan en formas de ordenamiento y movilizan capitales e intereses que repercuten en cambios no necesariamente deseados por quienes los habitan. Al final son las voces de los que viven los procesos las que construyen narrativas que permiten identificar las formas reales en las que se han consolidado y vivido dichos procesos que han conllevado transformaciones en sus modos de vida.

ABSTRACT: The current world has sought global integration where similar elements are present in different countries; a homogenization of the global population is a premise that does not stop and makes its way under social, productive and market models that ensure this work in subtle and almost imperceptible ways, so that values are established that allow conquests in effective and almost silent ways. The conquest and reconfiguration of rural spaces make their way in this enterprise where territories and communities undergo transformations under the influences imposed by processes championed by economic development within national spaces; today, rururbanity is a manifestation of a conquest of the city over those rural places. But the current city had its maturation process since its birth in modernity under industrialization processes that built a dynamic space and that printed a different speed and an economic boom that interested many. The city of Medellín at the end of the 19th century and beginning of the 20th century sought to make that leap towards modernity and, with the consolidation of connectivity to the world that developed throughout the last century, took that step that configured it as a modern and industrial city. However, the world of the end of the century, increasingly interconnected and eager to reach new markets, led the city to open up space and thus road projects were consolidated that allowed a greater impact on new territories. In this way, Medellín becomes a city with the capacity to receive global values and replicate them in nearby territories, in such a way that it consolidates territorial processes that are protected by forms of ordering and mobilize capital and interests that have an impact on changes not necessarily desired by those who inhabit them. In the end, it is the voices of those who live the processes that build narratives that allow us to identify the real ways in which these processes have been consolidated and lived, which have led to transformations in their ways of life.