Del "héroe integral del monomito" al "héroe absurdo". Suicidio y supervivencia en la obra de Juan Carlos Onetti

Abstract

RESUMEN: En la obra del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti (1909–1994) hay dos tipos bien diferenciados de personajes: los “desesperados débiles” y los “desesperados fuertes”. A los primeros, condenados por una fragilidad que les hace insoportable la existencia, debemos la mayoría de las muertes por mano propia que componen su obra. En los segundos, hombres y mujeres que a pesar de su angustia saben llevar una vida tediosa, problemática y absurda, tenemos algunos de los más lúcidos narradores de nuestra condición de hombres modernos. Todos los proyectos que los personajes de Onetti emprenden están destinados al fracaso, sin embargo, en un mundo que se sumerge en el caos el héroe sobreviviente se convierte en creador y asume la responsabilidad de rehacer su mundo. Como consecuencia evita un suicidio que puede venir en dos sentidos: el “suicidio del espíritu” (que supone la negativa a seguir pensando), y el “suicidio pragmático” (que implica matarse por mano propia). La salvación se gesta en la imaginación y se hace extensiva a la vida de sus personajes. Por el contrario, en el suicidio el personaje sufre una incapacidad endémica para crear mundos posibles más allá de su vida, de suerte que se encuentra a menudo asfixiado por circunstancias de las que le resulta imposible escapar. Pero los universos en descomposición de la narrativa onettiana no están allí para demostrar la inutilidad de la vida en un mundo en permanente caos, ni para justificar la muerte por mano propia como una salida necesaria u oportuna a ese caos y a aquella descomposición, sino para encumbrar, por un ejercicio de contraste, a los personajes imaginativos que alcanzan la supervivencia a través de actos de creación.